sábado, 10 de febrero de 2018

¿Por qué soy peronista?

-Hola don Singulario, ¿todavía anda por este barrio?
-Cómo diría Pichuco, si nunca me fuí
-Me refería al de los vivos... disculpe don, a veces  me despisto y vuelco..
-No es nada, todos estamos de paso. Pero hoy vuelvo con muchas ganas después de tantas pálidas que nos muestra este bendito país. Y nuestra mal parida provincia y ciudad de Buenos Aires.
-Ya parece que vino muy afilado, de entrada y sin anestesia. ¿De qué nos va hablar, aunque por el título no necesito respuesta?
-Efectivamente, desde que nos fuimos del periódico Informaciones allá por principios de ésta década, amenacé en dos o tres oportunidades en volver, pero la hermosa época que vivíamos ameritaba más al dolce far niente que al laburo
-Cierto amigo, poco había para quejarse, un poco las diatribas de los gordos por las ganancias y los cagaz... por la inseguridad y alguito más...
-Pero..., siempre hay algo más,   los ciudadanos –me refiero a los habitantes de las ciudades– estaban descontentos porque los otros habitantes, generalmente de color oscuro y pelo duro, se acercaban demasiado, ya en bici, motos y hasta autos... como dijeron, era obsceno que tuvieran aire acondicionado y teles para ver fútbol sin pagar, igualito a Cuba.
-Estábamos yenos, hasta tirábamos el postre...
-¿Sabe amigo? Cuando don Jauretche hablaba del medio pelo, los que se lo habían coufierado recién se espantaban y decían que era sociología berreta, hasta un fulano recién llegado de la Uropas, Gilo Alemani o algo así explicaba que eso no era científico....
-Mi nieto iba a la UBA de la calle Puán y dice que hay una cátedra que lleva el nombre de un ñato Gino Germani, parecido a ese que menta usted...
-Allí enseñan a entender al país desde un pensamiento universal, que se parece mucho al que trajo don Cristóbal hace chiquicientos años y que poco ha cambiado. Hasta un presidente nos embalurda que somos uropeos. Claro que la tez cetrina, el pelo enrulado, las patas flacas, chuecas y musculosas que nos rodean poco tienen que ver con cámaras solares, peluquerías y gimnasios.
  Pero me estoy yendo por las ramas, hoy vine a contarle por qué soy peronista y quiero entrar de lleno en ese asunto ya que parece que hay un olvido premeditado y hasta culposo de la génesis del nombre y de su uso putativo. Hasta un oligarca salteño disfrazado con poncho se dice peroncho y anda perorando quiénes pueden usar el nombre. Déjeme que acepte el reto del reclamo final en la poesía de Miguel Trejo justamente a un peronista :

A un peronista

Este hombre conocía todos los amaneceres del mundo
La cara recién afeitada rumbo al trabajo
el paso miserable y caviloso
del borracho que volvía
En esos límites había visto
el brillo fugaz e inatacable
del cuchillo que se hunde en la ingle.
Había visto correr la sangre lúcida y espesa chupada por la ropa
Conoció la bravura y el miedo
la debilidad que te aprieta el estómago
y el odio en los ojos abieros y ciegos
Este hombre creyó porque lo necesitaba
Creyó porque el país se lo reclamaba
Este hombre fue reclamado por banderas y bombos
y también fue a gritar sin que lo llamaran
atravesando el diluvio
Respiraba la ilusión de su libertad
y ante sus ganas todos los espacios se hacían cívicos
Resistió las plazas y aeropuertos y le tocó ver y sufrir
una matanza colectiva en un día que él soñó feliz.
Volvió a atravesar el barro y la lluvia
soportó días y noches sin dormir
siempre bajo la lluvia para decirle adios a Evita y al viejo
Este hombre tiene derecho a estar equivocado
Este hombre tiene todos los deberes de quien se ha equivocado

-Qué emotivo don, yo que nunca pensé en términos políticos, se me caen los lienzos, soy uno de esos, me embarré, me empapé, bailé y canté al son de bombos, reímos contentos y volvimos yorando sin entender por qué silbaban las balas, si estábamos todos esperando al Viejo que habían echado hacía 18 pirulos mientras Favio pedía que soltaran palomas ¿de la paz?...

-Ve amigo por qué siento que es necesario regresar a estas charlas, su pregunta inicial me recuerda la respuesta que dió un fulano entrevistado ante la noticia de su muerte: no es  falsa, está un poco adelntada nomás. Igual pasa con esto, estamos de paso y mientras que la memoria responda siento que debo responderle  a Mario Trejo en cuanto a mis deberes.
-Creo que esa última estrofa debería estar pegada en una de las paredes del recinto del Congreso...
-Y en cada casa de gobierno e intendencias provinciales cuyos mandamás subieron con boletas que llevaban las imágenes de Perón y Evita. Aquí nomás, en San Martín un ñato uropeo --Mauri dixit-- varias veces alardea con la camiseta pero a la hora de los bifes dice sí señor, o sí mi hada buena...
-¿Sabe don Singulario que billetera mata galán?
-De acuerdo, hace quinientos y pico de años que con cuentas de colores encandilaron a inocentes que vivían desnudos y felices. Pero algunos  de ellos descubrieron  que eso no significaba que estaban dispuestos a perder su libertad y rápidamente se les recordó en español –palabras que ellos no entendían– que la espada y la cruz habían llegado para quedarse y obtener todo, todo lo que aquí había.
-Sí don, hombres, mujeres, animales, vegetales y minerales, agua, tierra y cielo, como usted dice todo...
-Esos uropeos que hablaban castizo, rápidos para la rapiña supieron que siempre se consiguen traidores –Biblia dixit: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata– aquí fomentaron capangas, mayordomos,  profesionales de la escuela de Chicago y hasta administradores de ANSES, entre otros...
-Es cierto don, pero también hubo resistentes siempre y nuestra historia patria lo demuestra pese a las deformaciones mitrianas y seguidores...
-Vamos todavía, veo con agrado que ya ha adquirido conciencia histórica que en épocas pasadas anduvo algo flojo
-¿Y que quiere? ser su contraparte durante un lustro y seguir los estudios de mi nieto, ahora en la UNSAM me está haciendo un poco más lúcido, poquito nada más, pero ahora leo entre líneas, aprendí que lo no escrito, no dicho es más importante, que los ilusionistas cuando revolean una mano me están afanando con la otra, que los medios de comunicación alardean mucho sobre crímenes y corrupciones varias de los morochos, mientras los blancos tiran bombas en países pobres y guardan sus dínares en paraísos fiscales, que alguna patricia –de los que robaron vacas y tierras– descubre confabulaciones terroristas internas mientras contrabandea armas oficiales para matar "terroristas" originarios
-La pucha, cómo se vino hoy, me gusta escuchar que las universidades nacionales y populares pueden ayudar a despejar cerrazones mentales instaladas desde las cunas colonizadas por maestras sarmientinas. Cuesta mucho trabajo modificar paradigmas profundos. 
  Yo sigo siendo un analfabeto analógico frente a la cultura digital, no comprendo la física moderna porque Newton me enseñó con la manzana y la perrita Laika le dio razón a Galileo. Si don Einstein que fue precursor y a la vez negador de sí mismo, el paradigma cuántico no entraba en su cerebro privilegiado, imagínese en el mío.
  Todo esto que vemos a diario con la tecnología espacial nos maravilla, sin embargo consumimos como autómatas naturalizando la increíble capacidad humana para trascender los límites, entonces me pregunto cómo trogloditas económicos pueden continuar trayendo cuentas de colores de las uropas y su sucursal norteamericana. 
   La pregunta que me hago es cómo las mujeres y hombres que supieron disfrutar de las maravilas de una sociedad libre, segura, tranquila, sin sobresaltos económicos, que podían elegir libremente su sexualidad, su trabajo, pasear y gozar de su tiempo libre, jubilarse aunque sus patrones les afanaran los aportes, que los niños volvieran a ser privilegiados, que la salud estuviese protegida, que nunca más hubiera crímenes pasionales, que aunque muchos crean la naturalidad del voto femenino, sólo Evita logró que fuera realidad, que aunque los gordos consideren que los sindicatos y sus obras sociales son patrimonio personal, recuerdo que Perón refundó un sindicalismo nacional y empoderó a los trabajadores incitándolos a romper candados para abrir las tranqueras, que el Dr. Carrillo estableció la red de hospitales más poderosa para la defensa de la salud pública, que la Fundación Eva Perón remitió al olvido la limosna para establecer derechos, que la enfermería no era para monjas de caridad sino para profesionales capacitadas, que el deporte no era para elites y que los campeonatos infantiles además de juegos detectaban (in)capaciades físicas para lograr la excelencia...
-Pare don que me apabulla, ahora que lo escucho me recuerda algo que estuvimos conversando con otros longevos en la plaza –todavía me junto con algunos coetáneos (manye como parlo)– cuando éramos jóvenes ¡! pensábamos que el 2000 era una utopía y sin embargo aquí estamos. Alguno dijo que por el avance de la ciencia, la penicilina y otras yerbas, otro se le ocurrió que el trabajo es menos pesado y a mí se me ocurrió que la desnutrición infantil –causante principal de deficiencias sanitarias– no existía en nuestra niñez, la leche, el pan, la carne, el deporte, formaba parte de nuestra cotidianidad, los certificados de salud y bucodental eran obligatorios en la primaria y secundaria. Eso me llevó a la teoría de la magnitud de jóvenes de la tercera edad que fuimos privilegiados antaño, y todavía continuamos molestando a economistas que nos preferirían finados.
-Volviendo a la última estrofa del verso de Trejo, se me ocurre pensar qué cosas no hicimos y por ahí reclamar a los profesores y estudiantes de la nuevas universidades analizar si los mensajes que se trasmiten a la sociedad no están impregnados de consignas subliminales para convertirnos en productos consumidores del mundo globalizado,–todavía como un enseñaje gratuito– reformulando conceptos que destruyan paradigmas coloniales.
-Déjeme reflexionar don, Ud. propone que nuestros futuros profesionales nos enseñen a revisar la cultura en que estamos envueltos y podamos mejorar nuestra vida. Me parece que está medio chiflado, senil dirían los psiquiatras.
-Galeano recordó haber escuchado al gran cineasta Fernando Birri que la utopía significaba ir hacia el horizonte, servía para caminar. Cuando veo, escucho y leo a tanta juventud hablar de la ecología, las ballenas y los glaciales me pregunto si como los prestidigitadores no están moviendo la mano derecha para ocultar la zurda. Digo y pienso si los planes de enseñanza no vienen como los que trae el FMI, ya deglutidos. Preparar técnicos para la colonia -mientras plantamos pastito como le gusta al presidente- y se me ocurre, como dijo don Simón Rodríguez que en vez de copiar usemos nuestro intelecto para crear. No es inocente que se destruyan las escuelas técnicas, se vacíe el INTI, CONEA; CONICET,  ni que nuestros cerebros emigren, la creatividad en nuestras manos nos hacen libres, en manos del poder hegemónico nos mantienen colonizados
-¿Ud. está en contra  de la ecología?
-¿Ud. está en contra de la historia, de la medicina, de la poesía? Su pregunta lo retrotrae a mi pensamiento antiguo sobre su cerebro manipulado, usted disculpe pero a veces me irrita como muchos de mis compatriotas, de los jubilados que en el súper protestan por los precios que no pueden pagar acusando a la corrupción de Cristina y votaron al cambio que los está haciendo mier..., perdón pelotas, hipotecando su futuro, el de sus hijos y nietos por más de cien años y sus gerentes continúan acumulando sus mangos en el extranjero, por las dudas, vió. No mi amigo estoy en contra de los que la usufructúan con ese artilugio de crear ONGs, generalmente financiadas por los factores globales de poder con la mano derecha, la zurda...
-Ud. como los que critica se esconde en el anonimato, no le escape don, dé nombres...
-Greenpace, Fundación Bioesfera, Vida Silvestre, Vital Voices, Red Jubileo, Leones, Rotary Club, Pen Club, Poder Ciudadano, Cáritas y muchas más que con el argumento ecológico del bien común que jalonan sus estatutos,  con la otra mano...
  Me viene a la memoria una estrofa de otra poesía del trovador Trejo: ...de dos cosa debe cuidarse el hombre nuevo: /  de la derecha cuando es diestra  /   de la izquierda cuando es siniestra.
-Veo que usté don no es prestidigitador, mueve las dos manos cuando escribe sin ocultar en ningún momento que es peronista, no se parece al Viejo que sí era malabarista, él cuando hablaba era como el Papa: Urbi et Orbi
-Y usted un pobre colonizado por los medios, repite como los loros.
  El Hombre, con mayúsculas como corresponde, fue uno de los más grandes estadistas que conoció nuestra historia sudamericana, y fíjese que hubo muchos y muy grandes --disculpándome de antemano por las ausencias voluntarias y de las otras– Tupac Amaru,  Belgrano, Moreno, Castelli, Monteagudo, San Martín, Bolívar, Dorrego, Artigas,  Quiroga,   Rosas, Felipe Varela, Alberdi, Yrigoyen. Pero don Juan Domingo Perón generó una mística  popular que en mi caso lleva más de setenta años de usar su gentilicio como marca registrada. Por eso que escribí, por mucho más que me queda guardado en la memoria y que lo amenazo a continuar en próximas charlas le respondo a la pregunta
  Soy peronista, porque desde que tengo uso de razón fui de los niños privilegiados, que aprendí como deberíamos ser desde la escuela y nunca defeccioné, así cantábamos en los juegos Evita y hoy todavía lagrimeo cuando la entono

"A Evita le debemos nuestro amor
por eso le guardamos gratitud.
Cumplimos los ideales, cumplimos la misión,
de la nueva Argentina de Evita y de Perón.

Saldremos a la cancha con un feliz cantar.
Saldremos a la cancha con ansias de triunfar.
Seremos deportistas de todo corazón.
Para formar la nueva y gran generación.

Si ganamos o perdemos
 no ofendemos al rival.
 Si ganamos o perdemos
mantenemos la moral.

Saldremos a la cancha con un feliz cantar.
Saldremos a la cancha con ansias de triunfar.
Seremos deportistas de todo corazón.
Para formar la nueva y gran generación.

Si ganamos o perdemos
 no ofendemos al rival.
Si ganamos o perdemos
 mantenemos la moral.


Sabremos defender con Lealtad
El alma de nuestra argentinidad
Cumplimos los ideales, cumplimos la misión
de la nueva Argentina de Evita y de Perón.

Saldremos a la cancha con un feliz cantar.
Saldremos a la cancha con ansias de triunfar.
Seremos deportistas de todo corazón.
 Para formar la nueva y gran generación
.
Si ganamos o perdemos
no ofendemos al rival.
Si ganamos o perdemos
mantenemos la moral.

Saldremos a la cancha con un feliz cantar.
Saldremos a la cancha con ansias de triunfar.
 Seremos deportistas de todo corazón.
 Para formar la nueva y gran generación.

Si ganamos o perdemos
 no ofendemos al rival.
Si ganamos o perdemos
mantenemos la moral.

Cumplimos los ideales, cumplimos la misión
de la nueva Argentina de Evita y de Perón."



-Bravo don Singulario, me puso la piel de gallina y ojo que no soy hinca de River, pero yo también la canté cuando gurí y me acuerdo que por mis pagos también estuvo la Señora y todos fuimos a recibirla cuando pasó con el tren, mi vieja me puso las pilchas de salir y ella se pintó y se puso sombrero, el viejo desempolvó su vieja corbata finita de brocato verdoso que hasta hace poco , yo la tenía en un baúl ¿por dónde andará?
-Hasta pronto amigo, le cuento que tengo dos temas para charlar, la lucha de los amigos de Punta Querandí en Villa La Ñata y la carta del general Juan José Valle antes de ser fusilado. Un abrazo.





viernes, 19 de enero de 2018

TRISTEZA NÂO TEM FIM (continuación)

Carta sobre política y derecho








Querido Raúl:
Quiero agradecerle su afectuosa respuesta y los elogios desproporcionados hacia mí que ella contiene. De paso, también debo agradecerle al editor que osó colocar mi fotografía al lado de la de Rudolf von Ihering. Ni siquiera he releído mi nota de opinión publicada por Página/12 el día lunes 5/9, que Usted contesta, pero intuyo por sus palabras que he exagerado el pesimismo teórico que me caracteriza y siempre he confesado. En el punto central de nuestras notas, la dependencia del orden jurídico de la política, estoy plenamente de acuerdo con Usted. Sucede algo similar a aquello que, quizás en contra de la opinión de quienes se sitúan como especialistas, pregonaban sobre la economía nacional quienes gobernaron nuestro país en la llamada “década ganada” o “década perdida”, según el grupo político al que pertenece el apodo. Ni vale la pena confesarle cuál es mi opinión, pues Usted la conoce: mientras los economistas tradicionales de nuestro país, el llamado establishment, estiman manejar una ciencia dura, casi una verdad matemática o lógica, pese a la experiencia histórica, y a suponer que sus instituciones básicas no son creación humana sino que responden –por copiar palabras de su respuesta– a la naturaleza de las cosas, yo estimo, como aquellos gobernantes del pasado, que, en un Estado soberano, la política debe dirigir o es presupuesto de las decisiones económicas. Con más razón aun el Derecho es política, como Usted lo dice bien. Eso quise decir al definir Derecho como poder, aun cuando reconozca que me pasé de la raya al ignorar toda su tradición política libertaria, humanitaria.
Reduciendo el ángulo de visión al Derecho penal, siempre creí y así lo indiqué por escrito que nuestra generación de juristas pertenece –esto es, tanto Usted como yo y otros más que no menciono– a aquella visión que observaba al Derecho penal como presidido por sus consecuencias, visión que significa exactamente lo mismo, según mi apreciación, que aquello que Usted indica para el Derecho en general: el Derecho es, ha sido y será política, si se quiere, formalizada, cristalizada en mandatos, prohibiciones, permisiones y sus efectos. Lo que conmueve mi ánimo no está representado por esta afirmación, con la cual coincido a pie juntillas, sino que se refiere, quizás sin demasiada claridad y, por supuesto, herido por mi pesimismo característico, a la práctica actual del Derecho o, si lo desea, a su aplicación por órganos predeterminados y a sus efectos en el mundo real.
El problema, ahora reducido, consiste en conocer o, como Usted dice, en saber qué ideal expresa el Derecho. Yo huelo que esa aplicación, que implica poder real sobre súbditos, carece hoy de límites precisos, conforme a los ejemplos que menciono en mi nota, los límites que, por ejemplo, yo procuro al leer su Derecho penal y que yo intenté descifrar en mi Dpp. De más está decir que acepto cierto ámbito de juego, opiniones disímiles respecto de algún punto, pero eso no quiere significar una franja tan amplia de interpretación que equivalga a expresar aquello que al intérprete se le ocurra por responder a su propio ideal, a su conveniencia o a su interés. Dije, quizás erróneamente, inservible, adjetivando al Derecho, pero inmediatamente corregí según recuerdo, servible para cualquier propósito? cabe preguntarse si inservible para algo o para alguien o servible para todo o para todos a voluntad no significan lo mismo. De todos modos, mis ejemplos aluden a casos en los cuales, precisamente, quienes aplican el Derecho, senadores, jueces, gobernadores, han utilizado institutos jurídicos delicados fuera de todo límite, sin reparar en interpretaciones cuando menos discretas. La prisión de Milagro Sala y de sus colaboradores de la organización Tupac Amaru a título de encarcelamiento preventivo, por varias razones, el juicio político brasileño a su presidenta, por los fundamentos del jurado, pero no sólo por ello, la derogación por decreto o agazapada detrás de ardides de leyes del Congreso de la Nación o de políticas públicas ya aceptadas por mayorías sin discusión, la increíble imputación del delito de traición a la patria, según Usted mismo lo explicó en otra contratapa de Página/12, son claros ejemplos de aquello que me perturba.
Ya ve Raúl, no me rindo pero lucho desigualmente cuando acepto proceder racionalmente, “conforme a Derecho”, frente a otros que operan libremente, dándole a las instituciones y a las palabras de la ley el significado que más les conviene. De todos modos Usted, como otros, me ayudan a vivir esperanzado en gozar de un mundo mejor, más igualitario.
Atentamente y con el cariño de siempre,
Julio Maier
* En respuesta a la carta de Raúl Zaffaroni, publicada en la contratapa de este diario el 7 de septiembre.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

TRISTEZA NÂO TEM FIM - Julio Maier y Raúl Zaffaroni:

Para  mis amigos, compartiendo opiniones, con la misma tristeza de Julio Maier, les acompaño tres textos muy actuales;  como viejo  y como padre de dos hijas abogadas a las que eduqué en los mismos principios
Los quiero y respeto a todos y cada uno 
Don Singulario

Carta sobre política y derecho








Querido Raúl:
Quiero agradecerle su afectuosa respuesta y los elogios desproporcionados hacia mí que ella contiene. De paso, también debo agradecerle al editor que osó colocar mi fotografía al lado de la de Rudolf von Ihering. Ni siquiera he releído mi nota de opinión publicada por Página/12 el día lunes 5/9, que Usted contesta, pero intuyo por sus palabras que he exagerado el pesimismo teórico que me caracteriza y siempre he confesado. En el punto central de nuestras notas, la dependencia del orden jurídico de la política, estoy plenamente de acuerdo con Usted. Sucede algo similar a aquello que, quizás en contra de la opinión de quienes se sitúan como especialistas, pregonaban sobre la economía nacional quienes gobernaron nuestro país en la llamada “década ganada” o “década perdida”, según el grupo político al que pertenece el apodo. Ni vale la pena confesarle cuál es mi opinión, pues Usted la conoce: mientras los economistas tradicionales de nuestro país, el llamado establishment, estiman manejar una ciencia dura, casi una verdad matemática o lógica, pese a la experiencia histórica, y a suponer que sus instituciones básicas no son creación humana sino que responden –por copiar palabras de su respuesta– a la naturaleza de las cosas, yo estimo, como aquellos gobernantes del pasado, que, en un Estado soberano, la política debe dirigir o es presupuesto de las decisiones económicas. Con más razón aun el Derecho es política, como Usted lo dice bien. Eso quise decir al definir Derecho como poder, aun cuando reconozca que me pasé de la raya al ignorar toda su tradición política libertaria, humanitaria.
Reduciendo el ángulo de visión al Derecho penal, siempre creí y así lo indiqué por escrito que nuestra generación de juristas pertenece –esto es, tanto Usted como yo y otros más que no menciono– a aquella visión que observaba al Derecho penal como presidido por sus consecuencias, visión que significa exactamente lo mismo, según mi apreciación, que aquello que Usted indica para el Derecho en general: el Derecho es, ha sido y será política, si se quiere, formalizada, cristalizada en mandatos, prohibiciones, permisiones y sus efectos. Lo que conmueve mi ánimo no está representado por esta afirmación, con la cual coincido a pie juntillas, sino que se refiere, quizás sin demasiada claridad y, por supuesto, herido por mi pesimismo característico, a la práctica actual del Derecho o, si lo desea, a su aplicación por órganos predeterminados y a sus efectos en el mundo real.
El problema, ahora reducido, consiste en conocer o, como Usted dice, en saber qué ideal expresa el Derecho. Yo huelo que esa aplicación, que implica poder real sobre súbditos, carece hoy de límites precisos, conforme a los ejemplos que menciono en mi nota, los límites que, por ejemplo, yo procuro al leer su Derecho penal y que yo intenté descifrar en mi Dpp. De más está decir que acepto cierto ámbito de juego, opiniones disímiles respecto de algún punto, pero eso no quiere significar una franja tan amplia de interpretación que equivalga a expresar aquello que al intérprete se le ocurra por responder a su propio ideal, a su conveniencia o a su interés. Dije, quizás erróneamente, inservible, adjetivando al Derecho, pero inmediatamente corregí según recuerdo, servible para cualquier propósito? cabe preguntarse si inservible para algo o para alguien o servible para todo o para todos a voluntad no significan lo mismo. De todos modos, mis ejemplos aluden a casos en los cuales, precisamente, quienes aplican el Derecho, senadores, jueces, gobernadores, han utilizado institutos jurídicos delicados fuera de todo límite, sin reparar en interpretaciones cuando menos discretas. La prisión de Milagro Sala y de sus colaboradores de la organización Tupac Amaru a título de encarcelamiento preventivo, por varias razones, el juicio político brasileño a su presidenta, por los fundamentos del jurado, pero no sólo por ello, la derogación por decreto o agazapada detrás de ardides de leyes del Congreso de la Nación o de políticas públicas ya aceptadas por mayorías sin discusión, la increíble imputación del delito de traición a la patria, según Usted mismo lo explicó en otra contratapa de Página/12, son claros ejemplos de aquello que me perturba.
Ya ve Raúl, no me rindo pero lucho desigualmente cuando acepto proceder racionalmente, “conforme a Derecho”, frente a otros que operan libremente, dándole a las instituciones y a las palabras de la ley el significado que más les conviene. De todos modos Usted, como otros, me ayudan a vivir esperanzado en gozar de un mundo mejor, más igualitario.
Atentamente y con el cariño de siempre,
Julio Maier
* En respuesta a la carta de Raúl Zaffaroni, publicada en la contratapa de este diario el 7 de septiembre.
A PROPOSITO DE LA OPINION DE JULIO MAIER

El derecho es lucha

  Por Raúl Zaffaroni *
En la canción de Tom Jobim que usted, Julio Maier, cita en su columna de opinión publicada el lunes 5 en Página/12, la felicidad tiene fin y la tristeza no. Pero en el derecho ninguna de ellas lo tiene, porque hay momentos de avance y otros de retroceso. A veces pierde la pulsión hacia la dignidad de la persona.
Pero calma, Julio. Usted no desperdició su vida ni mucho menos. Siempre empujó en la dirección correcta, como el más distinguido teórico del derecho procesal penal de toda la región.
Creo que –como tantos otros– hizo prosa sin quererlo porque luchó y lucha, y siempre el derecho es lucha. Para los trogloditas conviene aclarar que no lo dijo Marx, sino Rudolf von Jhering.
No puede ser de otro modo, porque el derecho siempre es político. Escribimos para que los jueces nos hagan caso en sus sentencias. Los jueces son un poder del Estado, cada sentencia es un acto de gobierno y, como tal, el derecho nunca puede ser neutro respecto del gobierno de la polis, jamás puede ser no ideológico, porque siempre expresa una cosmovisión, un sistema de ideas. La cuestión está en saber qué ideas expresa.
Usted siempre estuvo de un lado, luchando por un derecho que tratase a todo ser humano como persona. ¿Acaso pensó no encontrar resistencia en esa lucha? ¿Creyó que alguna vez y por un rato no nos torcerían la mano en la pulseada?
Querido Julio: sus propias ideas provienen de anteriores luchas. De Túpac Amaru y los comuneros, de los quilombos, de los héroes de la Independencia, de las burguesías europeas del siglo XVIII, de nuestros caudillos federales, de los movimientos populares latinoamericanos, de conflagraciones con millones de muertos. Siempre los derechos resultaron de luchas políticas y les dieron forma a sus logros.
Es verdad que hay traidores que quieren detener la dinámica de la historia para degradar al ser humano, como tampoco faltan escribas que con tales fines corrompen los más nobles conceptos jurídicos.
Si bien esto es particularmente indignante en una región con cientos de miles de víctimas del subdesarrollo y del colonialismo financiero transnacional, lo cierto es que en todos los tiempos hubo mercenarios dedicados con empeño a estos despreciables menesteres. Nunca faltaron los ingenuos y perversos que quisieron reducir el derecho a una técnica neutra, pretendiendo que el maloliente producto de su olla de bruja sea útil tanto a las democracias como a las dictaduras criminales. Para eso se eleva la lógica a ontología y se fabrica un complejo aparataje funcional a la concentración de riqueza.
Pero usted, querido Julio, nunca fue un aséptico teorizador de algo tan despreciable que pueda servir tanto como tostadora para el desayuno o como instrumento de tortura del vecino.
No Julio, usted no desperdició la vida, ni tampoco el derecho es algo inservible: es el medio necesario para empujar la política de respeto a la dignidad humana, en la lucha en que usted participa como pocos, con su saber y su pasión y, más aún, con su ejemplo de vida.
Pero así es la vida del derecho: no tiene fin, ni en sus logros ni en sus fracasos. Es un unfinished, siempre en lucha, dinámico y, sobre todo, partisano, jamás neutro. No es posible ser neutral ante la negación de la dignidad humana, y es necesario ser partisano para luchar por su avance en la historia.
¡Vamos, Julio! ¡Todo jurista es político! Proyectamos jurisprudencia y actos de gobierno de la polis. No se niegue como político y, por ende, no lamente que el derecho sirva a la política, porque conforme a la naturaleza de las cosas no puede ser de otro modo.
La cuestión es hacerlo consciente y saber en todo momento que se responde a una política humana y no a una inhumana. Estamos del lado del derecho humano, pero sabemos que enfrente tenemos un derecho inhumano.
Julio, ¡bienvenido a la lucha en que siempre estuvo!
* Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ex miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. (Página  /12 - 7 de setiembre de 2016)

Tristeza não tem fim

Por Julio Maier *
Desconfío actualmente del Derecho, del orden jurídico y de sus instituciones prácticas. Esa falta de confianza comprende también a los operadores jurídicos, los jueces y funcionarios judiciales, los abogados y hasta los docentes en Derecho, y a los principios que adornan esos oficios, de modo genérico, esto es, sin intención alguna de injuriar a alguien en particular. Me pregunto yo a mí mismo: ¿cómo pude edificar mi vida alrededor de esta profesión y de sus instituciones? Una de mis conferencias, originada en una conversación con bachilleres con vocación de juristas, versaba sobre “¿Para qué sirve el Derecho?”. Hoy debería escribir lo contrario: el Derecho es inservible, al menos para los fines magnánimos para los cuales yo lo concebía. Es un mecanismo de dominación, de exclusión.
En efecto, a la vejez viruela, he venido a experimentar que no hace falta una intervención violenta, armada, contra las instituciones democráticas para anularlas en un santiamén. Nunca pude imaginar –a pesar de las amenazas pronunciadas y de la conciencia de que no todo estaba antes “bien hecho”– a un gobierno que en el mejor de los casos ganó una elección por un mínimo porcentaje de votos, en segunda vuelta y con todavía menor participación parlamentaria, en cuestión de horas o días podía desvalijar el trabajo de más de una década, regresar a épocas pasadas, ya transitadas y con resultados más que desastrosos para la población, todavía persistentes. Sirvan de ejemplo, en nuestro país, la derogación práctica, por decreto administrativo, de una ley de medios audiovisuales elaborada en años y alabada universalmente, la cercenación de los fondos sustentables de jubilaciones y pensiones universales y de otros beneficios sociales, el derrumbe de la paciente elaboración –de mayor antigüedad aún– de un mercado regional (Mercosur) y la trágica falta de aplicación de una de sus leyes básicas respecto de su administración (que sólo la R. O. del Uruguay, aparte del país excluido, osó defender como vigente e insustituible por otra solución ilegítima, de conformidad con la norma internacional de creación), el desmantelamiento de medios y oficinas estatales de auxilio para el juzgamiento de crímenes contra la humanidad, el reconocimiento inmediato, casi anticipado, de un gobierno de un país vecino, socio principal integrante del Mercosur, surgido de aquello que calificadas opiniones titulan como “golpe de Estado blando” –opiniones quizá discutibles pero nunca ignorables–, la pérdida de soberanía política y económica a favor de otro país dominante y su área de influencia, que incluye a los organismos financieros globales (FMI, Banco Mundial), el regreso de la desocupación de dos dígitos, alimentada por la propia administración pública (despidos masivos sin fundamento), de la inflación de porcentajes estratosféricos, del dólar como moneda nacional de ahorro y exportación de capitales, la calificación de inservible del Derecho laboral y sus convenciones colectivas, en fin, sólo unos pocos ejemplos de lo visto en medio año de gobierno. Más tristemente aún: todo ello contó con la colaboración –cuando no traición– de la oposición parlamentaria, incluso de parte del grupo político antes gobernante, que expresa verbalmente una cosa y hace otra, y con la cuasiomisión de las autoridades de la mayoría de las organizaciones sindicales. Pero, además, se reprime a organizaciones sociales como la Tupac Amaru, integrada por pueblos originarios, a la que se rotula como asociación ilícita, y se priva de libertad a sus dirigentes y colaboradores por la tamaña felonía de demostrar públicamente contra el gobierno.
A ello se suma lo sucedido ahora en Brasil, la mayor potencia económica, territorial y de población de nuestra América meridional, suceso anticipado en Paraguay y en Honduras a manera de ensayo: la utilización formal de un mecanismo constitucional de excepción como regla, para sustituir a una jefa de gobierno, que presidía el país votada por una inmensa mayoría del pueblo, sentencia de un tribunal integrado por legisladores elegidos popularmente, senadores nacionales, incluso algunos de ellos de la coalición política gobernante y varios sospechados formalmente por corruptos, cuasiconfesos de que la imputación contra la jefa de gobierno era inexistente o, cuando menos, no se había demostrado o no justificaba la condena. De nuevo era trágico, pero risible, payasesca, la exposición de fundamentos de los condenantes, la mayoría de los cuales no sólo no se atenía a la imputación deducida, objeto de la defensa practicada por la propia jefa de gobierno, sino que, antes bien, con claridad, ignoraba por completo la imputación deducida contra ella. Tan es así que no se alcanzó mayoría para condenar a la acusada a la pérdida de sus derechos políticos, sanción prevista en el ordenamiento jurídico-constitucional brasileño; sólo fue sustituida en su cargo de presidente del país.
Esto me afirma sin más en mi condena al Derecho como inservible o, mejor aún, servible a gusto y paladar de quien lo aplica prácticamente, sin reglas hermenéuticas claras y precisas, abierto a cualquier interpretación según los ideales (¿?), la necesidad o el interés de quien juzga. Un instrumento como éste no “hace justicia” en sentido alguno, sólo aplica poder, de modo similar a la violencia física, sin vergüenza o, mejor, sinvergüenzas o “canallas”, como dijera el legislador que señaló a uno de los condenantes con el dedo, según informó en este mismo diario un periodista brasileño, Eric Nepomuceno. Así sucede también en la vida común, fuera del ámbito político. Para muestra basta un botón: observen la imputación de fiscales y una organización social a la presidenta anterior y a su canciller por “traición a la patria” o, si les resulta mas sencillo, visiten una cárcel.
* Profesor titular consulto de DP y DPP, UBA.

jueves, 9 de junio de 2016

JUBILADOS O LA BOMBA DE TIEMPO

ES PROBABLE QUE NO TE ENTERES PORQUE AHORA NO HAY CADENA OFICIAL PERO VALE LA PENA QUE LO LEAS COMPLETO.

PUEDE SER QUE RECUERDES CUANDO EXISTÍA NORMA PLÁ Y TUS VIEJOS DECÍAN QUE TENÍA RAZÓN

QUE LOS NUESTROS O NUESTROS  NIETOS NO TENGAN QUE REPROCHARNOS POR BOLUDOS


CORDIALMENTE EDUARDO TORRES


JUNIO 9, 2016
Para que nunca más digas que no sabías. Y que tampoco nadie te lo diga a vos.
Siempre he sostenido que mientras fuera Presidenta no se iba a vender una sola acción que formara parte del FGS. No sólo por considerarlo vital para la sustentabilidad del sistema jubilatorio, sino también para la actividad macroeconómica del país.
















Hace unos días recibí correo de Emmanuel Álvarez Agis, alertándome acerca de las implicancias y sobre todo de las consecuencias del proyecto de ley auto-denominado “Programa nacional de reparación histórica para jubilados y pensionados” que el PEN enviara al Parlamento.
El mail no hizo más que confirmar mis peores temores. Estamos ante un verdadero Caballo de Troya. Pero adentro no vienen ni Aquiles ni Ulises. Por el contrario, este auténtico presente griego trae: el “huevo de la serpiente” para ladestrucción del Sistema Previsional Argentino (SIPA), la inequidad tributaria al eliminar impuestos progresivos (bienes personales y renta financiera) para los que más tienen, la ilegalidad al excluir del blanqueo a los familiares de los funcionarios políticos (que son Personas Expuestas Políticamente-PEP de acuerdo a la legislación Nacional y Global, la opacidad de excluir también a los otros poderes del Estado, (Jueces y Legisladores) tanto a nivel Nacional como Provincial y Municipal, la inconstitucionalidad de la mordaza impuesta a terceros o periodistas, que piensen en desatar los nudos de los Panamá Papers.
Y por si todo lo anterior fuera poco, la burla de establecer una quita de entre el 30 % y el 60 % para los jubilados que tienen juicio contra la ANSES.
Emmanuel en su correo lo compara: “es algo así como la quita que nosotros le hicimos a los buitres, pero en este caso, increíblemente, Cambiemos se lo aplica a los jubilados” (sic). Cambiemos, claro, es el actual Gobierno. Eso lo digo yo.
Debo confesar que, como ex legisladora, y ante una rápida lectura del proyecto, lo que más llamó mi atención fue la mezcolanza de temas: blanqueo, jubilados, juicios, cambios de índices de actualización y edades del SIPA, venta de acciones del FGS, derogación de impuestos progresivos, acuerdos fiscales con las provincias, etc.
Un auténtico bodrio legislativo. Por método y por contenido. Poco común. Tal vez solo comparable, en mi experiencia como legisladora (1989-2007), con el famoso proyecto de “super-poderes” para Cavallo, que nos enviara el Gobierno de la Alianza durante el año 2000. Cualquier coincidencia con la actualidad no es mera casualidad, sino absoluta causalidad.
A poco de empezar a leer el correo de Emmanuel, dos imágenes surgieron ante mi con mucha nitidez:
Una, entre política y personal, anida en un pasado no tan lejano: el proyecto de privatización de YPF enviado al Parlamento con la excusa de pagarle a los jubilados, y el recuerdo de María, mi suegra, feliz cuando cobró la actualización de la pensión de Néstor, su esposo fallecido. Y también la de mi mamá cuando cobro la pensión de mi papá. La alegría les duró muy poco.
Después de eso, ningún Gobierno les aumentó nada. Es más, cuando llegó el Gobierno de la Alianza, que también venía a cambiar todo (aunque no eran tan alegres) les descontó el 13 % a todos los jubilados y pensionados. Muchos de los funcionarios del actual Gobierno formaban parte de aquel elenco.
El descuento del 13 % fue devuelto (una reparación verdadera) por nuestro Gobierno, no solo a los jubilados sino a todos los empleados públicos.
La otra imagen es la mía y la del empresario ítalo-argentino Paolo Rocca, titular del Grupo Techint, reunidos en Olivos, durante mi segunda Presidencia. El señor Rocca, como en otras oportunidades, había solicitado verme. Y como en tantas otras lo recibí, en esa oportunidad en la Quinta Presidencial. El motivo de su visita, uno solo: quería recomprar el 26 % de las acciones de SIDERAR, una de las empresas del Grupo, que son propiedad del FGS de la ANSES. La suma que ofrecía era de 600 millones de
dólares.
Estábamos él y yo solos en Jefatura de Gabinete, lo recuerdo muy bien. Una digresión, si se me permite: es muy curioso que reuniones que tuvieron lugar en Olivos con gente que sí conozco, nunca merecieran una sola letra de molde. En cambio, se difunden decenas de publicaciones orales, escritas y televisivas sobre reuniones que nunca tuve con gente que ni siquiera conozco. Delicias del “periodismo de investigación” vernáculo.
¿Que cuál fue el resultado de la reunión? A los hechos me remito: las acciones de SIDERAR siguen formando parte del FGS.
Siempre he sostenido, en privado y en público, que mientras fuera Presidenta no se iba a vender una sola acción que formara parte del FGS. No sólo por considerarlo vital para la sustentabilidad del sistema jubilatorio, sino también para la actividad macroeconómica del país.
Los resultados de los balances de las empresas privadas que integran el FGS demuestran que tenia razón. Pero no quiero apartarme de la cuestión central: el excelente informe de Emmanuel Álvarez Agis.
De imperdible, y casi obligatoria lectura, para todos: trabajadores, jubilados, profesionales, estudiantes, amas de casa, comerciantes, empresarios, científicos y por qué no dirigentes políticos. Les permitirá comprender la magnitud de lo que se está discutiendo en el Congreso y sus consecuencias, no solo en el ya y ahora, sino también en el devenir inmediato.
No es una actitud autoritaria, es simplemente para evitar “futuros” sorprendidos, engañados, decepcionados o enojados, que con los del presente ya sobran.
Finalmente, Emmanuel sostiene, con convicción, que nuestro proyecto no puede contribuir a la quiebra del sistema previsional, eliminar impuestos a los que más tienen y mucho menos ser cómplice de la impunidad de los Panamá Papers o las 4.040 cuentas del HSBC. Tiene razón Emmanuel. Pero quiero decirle, como les dije en el mes de abril de este año a los legisladores y legisladoras nacionales (que llegaron a sus bancas en las boletas del Frente para la Victoria), que no voy a decirle a ninguno de ellos, ni tampoco de ellas, cómo tienen que votar.Son todos mayores de edad. Y algunos y algunas, legisladores desde los años 90, cuando quien suscribe votaba en soledad casi absoluta en los entonces bloques oficialistas.
Sé que a algunos las presiones de todo tipo, aún las de dudosa legalidad, les resultan insoportables. Creen, sinceramente, que su futuro político se juega en el resultado de una votación. O en el recinto del Parlamento. O ante las cámaras de televisión. O en las páginas de los diarios. O que depende de algún juez de turno.
Podría contarles que las cosas no son siempre así. Que podés votar sola y hasta ser expulsada de tu bloque (como me pasó en 1997 cuando era Senadora nacional, algún legislador actual se debe acordar) y ser, no sólo la primera mujer Presidenta de la Nación, sino además ser reelecta por la mayor cantidad de votos de la historia, a excepción, por supuesto, (y como corresponde) de Juan Domingo Perón.
Para otros que votaron cualquier cosa durante los años 90 o los del Gobierno de la Alianza y después formaron parte de nuestros Gobiernos, y siguen creyendo que se puede volver a votar cualquier cosa ahora también, deberían comprender que lo que venga después nunca va ser igual.
La interpelación que, desde la convicción y la razón, formula Emmanuel Álvarez Agis, 35 años, Vice-Ministro de Economía durante mi segunda Presidencia, la llevarán adelante muchos más de los que pueden entrar en el recinto de un Parlamento, y que además nunca se sentaron ni se sentarán jamás en una de sus bancas.
P.D.: el hecho de que Emmanuel se dirija a mí como Presidenta es costumbre. Toda mi vida me dirigí al Dr. Alfonsín como Presidente, aún cuando ambos éramos Senadores. La presente aclaración tiene por objeto ahorrar comentarios mediocres en épocas donde abundan. Gracias.
Cristina


LA CARTA DE EMMANUEL ÁLVAREZ AGIZ
Buenos Aires, 7 de junio de 2016

Estimada Presidenta, Espero que este correo la encuentre bien. Le escribo estas líneas porque estamos ante un momento bisagra en la historia de nuestro Sistema Previsional. Mi intención es que ud pueda contar con algunos argumentos que considero de suma importancia, para analizar y tomar posición sobre el proyecto de ley que recientemente ha remitido el Poder Ejecutivo al Parlamento, bajo el titulo de ficción “Reparación Histórica para jubilados y pensionados”. Más que “Reparación Histórica” creo que de apoyar tal iniciativa estaremos cometiendo un “Error Previsional Histórico”. Trataré de explicarme de la manera más clara posible.Apelo a su paciencia, puesto que el proyecto es realmente enorme y toca más tópicos que el tango “Cambalache”.
En primer lugar y antes que nada Presidenta, lo que resulta increíble es que se hable de reparación histórica. Si hay un proyecto que ha reparado la situación previsional en nuestro país es el iniciado el 25 de Mayo del 2003, cuando Argentina tenía poco más de 3 millones de jubilados y la jubilación mínima era de $200. Hoy tenemos casi 6 millones y medio de jubilados.
La tasa de cobertura llega prácticamente al 100% y casi la mitad de esos jubilados cuentan hoy con un haber debido a las sucesivas moratorias previsionales implementadas entre 2003 y 2015.
Algunas veces se escuchan voces “indignadas” porque más de la mitad de los jubilados cobran la mínima. Tal vez su sincera “indignación” no les permite recordar que antes del 2003 la mitad de esos abuelos en edad de jubilarse no lo podían hacer. Aunque sea de Perogrullo: para mejorar el nivel de los haberes jubilatorios es necesario que primero los jubilados tengan un haber. Casi una obviedad. Pero como ud siempre dijo, en la Argentina hasta lo obvio es necesario decirlo.
Tampoco tal vez recuerdan los aumentos continuos decretados desde el año 2003 para todos los jubilados, luego de que en nuestro país se llegó a establecer por decreto el congelamiento de los haberes jubilatorios, congelamiento que duro años.
Pudimos llegar a la ley de movilidad jubilatoria con dos inéditos aumentos anuales para todos los jubilados y pensionados luego de haber reemplazado las AFJP para volver al sistema de reparto público y solidario. Ese es el sistema que nos permitió alcanzar no solo la cobertura previsional universal, sino también el mayor haber jubilatorio del continente.
Cabe recordar que muchas de estas medidas hubieran sido imposibles sin la Ley que permitió recuperar la administración de los recursos de los trabajadores en mano de las AFJP. Ley que fue sancionada, no nos olvidemos, sin el apoyo de la mayoría casi absoluta del arco opositor parlamentario, incluido el actual Gobierno.
Pero lo que más sorprende es que hoy se vuelva a la carga con estas promesas demagógicas. Recordemos que no hace mucho en Argentina se privatizaba YPF con la excusa de pagarle a los jubilados. El resultado de ese modelo fue que nos quedamos sin petróleo, sin jubilados y en fin, sin país Presidenta, el proyecto enviado por el Gobierno es, en realidad, una reforma tributaria encubierta y un manto de impunidad al escándalo global de los Panama-Papers.
Increíblemente, es la primera vez que al Parlamento ingresa un proyecto de reforma tributaria de carácter regresivo. Es decir, lo que está haciendo el Gobierno es usar a los jubilados y a las provincias de cortina de humo para hacer que los ricos dejen de pagar impuestos. Lisa y llanamente.
· El proyecto deroga el impuesto a los bienes personales, probablemente uno de los impuestos más progresivos que existen.
· Deroga el impuesto a la renta financiera (estrictamente, a la distribución de dividendos) que nosotros implementamos en 2013.
· No solo busca vender las acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, sino que además permite que se use ese dinero para hacer inversiones en el exterior. En criollo: a la fuga de capitales de los privados, le vamos a sumar la fuga de capitales de la ANSES; cualquier parecido con las AFJP, no es mera coincidencia.
· Y, por último, realiza un blanqueo de capitales que permite que los que blanqueen “exterioricen”, es decir, que no ingresen sus fondos al país, sino que simplemente declaren que los tienen en Panamá y que los van a seguir teniendo fuera del país.
Hay que reconocer que Cambiemos ha tenido un comportamiento perverso al presentar esto como una “reparación histórica” a nuestros jubilados. Pero Presidenta, esto no es ninguna reparación histórica. Esto es el primer paso para llevar a nuestro Sistema Previsional a la quiebra. Es el primer paso para vivir en un país más desigual, donde los ricos paguen menos impuestos y nuestros abuelos cobren haberes previsionales más bajos.
Entiendo perfectamente que en tiempos de Twitter, donde parece que los debates políticos tienen que durar 140 caracteres, decir esto puede significar ganarse la antipatía de las mayorías.Sin embargo fue ud quién en ocasión de esa batalla histórica que encabezó contra los fondos buitres, demostró que la mezquindad y la especulación mediática y política no son nunca buenas consejeras de los proyectos que buscan favorecer a las grandes mayorías. Y sé que ud, al igual que Néstor, no dejó sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada. No las dejó cuando entró y tampoco las dejó cuando se fue.
Claramente manifestarse criticamente sobre algo que se presenta como una presunta “reparación histórica a nuestros abuelos” no tiene muy buena prensa (sobre todo en tiempos de impunidad mediatica, como la que goza el actual gobierno). Pero si hay algo que nuestro Gobierno no tuvo fue justamente buena prensa: siempre tuvimos más votos que rating. Y estoy seguro que tenemos que seguir por ese camino, no por el de las frases hechas que apuntan a “seguir haciendo bien las cosas que están bien y dejar de hacer las cosas que están mal”, verdadero tips de los “focus groops” y los asesores de imagen.
¿Por qué digo que este proyecto no es ninguna “reparacion historica” para nuestros jubilados, si no por el contrario , la destruccion del sistema previsional? Por dos razones: una que atañe a la cuestión Distributiva y otra que hace a la Sustentabilidad de nuestro Sistema Previsional.

La Razón de Carácter Distributivo
Presidenta, paradójicamente, nuevamente es el Poder Judicial, y no los papeles firmados por nuestro país, el que determina el tamaño de una deuda. Pero ahora no es un Juez de Nueva York, sino la corte local la que determina cuánto hay que pagarle a los jubilados. Y creo que esto lo hemos discutido alguna vez con ud y ha sido un tema que quedó abierto. Es que nunca nos pudimos poner de acuerdo sobre qué es peor: si un economista opinando sobre leyes o un abogado opinando sobre economía. Hoy lo que nos toca es hablar de esto último.
¿Qué dijo la Corte? Antes de ingresar a la función pública en el año 2011 con un grupo de investigadores del CONICET hicimos un estudio sobre los fallos Badaro-Ellif-Sanchez, que son los fallos que dan lugar a los reclamos de los jubilados. El estudio analizaba cómo se modificaban los parámetros distributivos del Sistema Previsional Argentino como resultado de la aplicación de esta nueva jurisprudencia en materia previsional. Cosas de economistas.
Hoy me parece más interesante resumir las conclusiones de ese estudio con el propio caso Badaro ¿Sabe ud cuánto terminó cobrando Badaro de jubilación gracias a los fallos de la Corte? El haber jubilatorio de Badaro en 2011 ascendía a los $55.000 por mes. De seguir con vida ¿sabe ud a cuánto asciende hoy la jubilación de Badaro? A más de $120.000 por mes. Creo que ud comprenderá que me den muchas ganas de tener un abuelo como ese.
Pero eso no es lo más grave. No, en serio. No es lo más grave. Lo más grave es que dolarizando e indexando las jubilaciones, que es lo que hacen los fallos, lo que el Poder Judicial buscaba era que el haber jubilatorio “sustituyera” el sueldo del trabajador.Esto no es solo un importante error conceptual, puesto que en un sistema solidario como el nuestro las jubilaciones no tienen nada que ver con la trayectoria laboral del jubilado. En un sistema solidario, los trabajadores de hoy le pagan la jubilación a los abuelos de hoy. Lo que cada trabajador aporta no va a una “canchito” que luego cuando le toque jubilarse va a poder romper. Eso eran las AFJPs, el sistema de capitalización, que rompieron el “chanchito” junto con la dignidad de nuestros abuelos y del Sistema Previsional. Decía que esto no es solo un error conceptual, sino que es un “error” de cálculo.
¿Sabe ud cuánto fue el sueldo del trabajador que reemplazó a Badaro en su función activa cuando Badaro se jubiló? $9.500. Es decir, mientras que Badaro cobraba en el año 2010 una jubilación de $55.000, el trabajador que ocupó el puesto de trabajo del que Badaro se jubiló tenía un sueldo de $9.500. El Poder Judicial en lugar de asegurar el famoso 82% móvil hizo que con estos fallos estemos pagando jubilaciones que son el “579% móvil”.
Esa es la primera razón por la cual no estoy de acuerdo con el proyecto del Gobierno para reformar el Sistema Previsional: no es una “reparación”; es una destrucción ¿Quiere decir eso que las jubilaciones hoy son altas, que los jubilados son ricos, que no tienen que recibir aumentos? No, en lo absoluto. Pero acá viene la segunda razón: la Sustentabilidad del Sistema Previsional.
La Razón que Hace a la Sustentabilidad del Sistema
Lo que más me sorprende de todo este proyecto es el cinismo de atar ese pago a un “blanqueo” de capitales y a una reducción de impuestos a los más ricos ¿Por qué? Porque si hoy nuestros jubilados tienen un haber que no les permite muchas veces llegar a fin de mes, eso es el resultado de las cuentas en Panamá.

Cada vez que un argentino decide radicar una cuenta off-shore en un paraiso fiscal, lo que hace es dejar de pagar impuestos en nuestro país. En criollo: evade impuestos. Es mentira que las cuentas off- shore son fondos propios, es plata que le roban a todos los argentinos, sean jubilados o no. Cada vez que una gran empresa negrea su facturación, ocurre lo mismo. Y cada vez que un banco fuga divisas, también. Esos impuestos son los que permitirían que el Estado pagara jubilaciones más altas sin que la economía volcara. Si queremos jubilaciones como las de Dinamarca, necesitamos contribuyentes como los de Dinamarca.

Y esto no es un problema “cultural”; es un problema político. No es que los contribuyentes dinamarqueses sean más honestos que los contribuyentes argentinos. La diferencia es que en Dinamarca hay un Estado presente que controla, regula y sanciona a los evasores y fugadores.Para que quede claro: lo que el proyecto de ley enviado por el Gobierno propone es: aumentarle las jubilaciones solo al 30% de los jubilados. Pero no a cualquier jubilado, si no al 30% que mas gana. Esto es el equivalente a 4 puntos porcentuales más del PIB, es decir, casi $200.000 millones más por año. Creo que acá tenemos que dejar toda la demagogia de lado, las especulaciones políticas, lo que “queda bien decir”.Presidenta, el discurso aguanta cualquier cosa, la economia no. En concreto: nuestro Sistema Previsional no soporta ese nivel de jubilaciones.Y me consta que ud Presidenta sabe perfectamente que esto es así. Por eso apelo a lo que yo creo es la principal característica que debe tener nuestro proyecto: la coherencia. Hace nada más que 2 años, ud firmó junto con el ex titular de la ANSES un documento cuyo título resulta de absoluta vigencia: “Inclusión o Privilegios”.
En ese documento, cuya versión completa puede ud consultar en el siguiente link, se señalan algunas cuestiones que me parece importante recodar para el actual debate: “En el esquema actual, las funciones que cumple el FGS van más allá de atenuar el impacto financiero que pudiera tener una evolución negativa de las variables sociales y económicas vinculadas al Sistema Previsional: el FGS está estratégicamente concebido para constituir un fondo de reserva de largo plazo para preservar el valor de las prestaciones previsionales y permitir una adecuada inversión de los recursos en beneficio del mantenimiento del Sistema de Seguridad Social y el mejoramiento de la economía del país” Lo central de este párrafo es lo que apunta al “mantenimiento del Sistema de Seguridad Social”.
El FGS no solo tiene que garantizar jubilaciones en momentos de crisis, sino que fundamentalmente tiene que garantizar un crecimiento económico que permita sostener la totalidad del Sistema de Seguridad Social. La Seguridad Social no son solo los jubilados. Son los niños y niñas de la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo, es el Conectar-Igualdad, los jóvenes del PROGRESAR, etc. ¿Quién dice que un jubilado “vale más” que un niño? Lo dice el actual Gobierno, con este proyecto.Más adelante en el mismo documento ud señalaba que las decisiones del Poder Judicial “afectan la sustentabilidad social y financiera del Sistema Integrado Previsional Argentino y genera situaciones de desigualdad entre los jubilados actuales que ponen en crisis la sostenibilidad del Sistema Previsional para los jubilados futuros”. Estas consideraciones son absolutamente válidas en la actualidad.Cumplir con los fallos del Poder Judicial, que dan lugar a jubilaciones que en muchos casos superan, con holgura, al sueldo del Presidente de la Nación, va a terminar en la quiebra de nuestro Sistema Previsional. Ese será el verdadero “plan bomba” y la “pesada herencia” que deberá enfrentar quién le toque conducir los destinos de la Nación en el próximo mandato presidencial.
Porque subir la inversión previsional al 30% de los jubilados que más cobran, elevar la edad jubilatoria de las mujeres y reducir en un 20% la jubilación mínima, derogar el impuesto a los bienes personales y al reparto de dividendos y promover un blanqueo de capitales que no obliga a los evasores a ingresar su dinero al país, es el sueño de aquellos que contribuyeron a destruir nuestro Sistema Previsional en un pasado no tan lejano.
Presidenta, escribo estas líneas, aún a riesgo de que ud, que tiene muy buena memoria, tenga este tema absolutamente claro. Porque este debate ya tuvo lugar en nuestro país. Fue durante el estallido de la Convertibilidad.
Ese sistema que les hizo creer a los argentinos que nuestra moneda era tan pero tan fuerte que garantizaba que si los trabajadores ahorraban en el “chanchito” de las AFJPs, entonces en el futuro iban a poder gozar de una jubilación como las que todos añoraban: una jubilación de privilegio. Al respecto, vale citar algunos argumentos que se escucharon por ese entonces, en ocasión de discutir la Ley 25.668 que puso fin a las jubilaciones de privilegio, en el Senado de la Nación: “Cuánta hipocresía y doble moral hay en la República Argentina.De repente, los que impulsaban los regímenes de derogación de jubilaciones de privilegio dicen “Pero, miren bien, porque hay algunos a los que hay que respetarles los derechos y garantías” ¡Por favor! ¡Cuánta hipocresía, señor Presidente!”.
Que quede claro Presidenta que con este proyecto vuelven no solo las jubilaciones de privilegio, sino que también estamos creando los “contribuyentes de privilegio”: aquellos que evadieron y fugaron van a poder dejar su dinero en el exterior y no van a pagar más impuestos.
En ese mismo debate, también se escuchó en el Senado de la Nación que: “No es cierto que se trate de litisconsorcio, de formas, de abogados. Es verdad que los abogados hacen pingües negocios; pero los jueces también son abogados y también hacen negocios”. No hace falta citar a la Senadora que esgrimió estos argumentos, puesto que tengo claro que Ud. recuerda siempre muy bien sus propias palabras. Esto viene a colación de otro punto que me interesa señalar, que es el de la litigiosidad.
Los fallos que dan lugar a estos haberes previsionales no fueron ajenos a la controversia y al escándalo. Además de los abultados negocios que generaron a algunos estudios jurídicos a los cuales se les descubrió conexiones son algunos de los autores de estos fallos, la propia Corte Suprema en el año 2014 revocó 34 cautelares que aplicaban estos fallos. ¿La razón? El alto tribunal considero “no satisface el criterio de excepcionalidad y mesura, en particular porque una abrumadora mayoría de los temas que se discuten en el fuero de la seguridad social son de naturaleza alimentaria y muchos de los litigantes son de avanzada edad”. En ese momento, la Corte se encargó de aclarar que las 34 cautelares suspendidas eran de “jubilaciones altas” y que, por tanto, el criterio aplicado no era considerado justo. O sea, no se trataba de jubilados que no podían llegar a fin de mes, sino que estábamos hablando de jubilaciones de valores exorbitantes.
Este fallo de la Corte fue firmado por los jueces Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Raúl Zaffaroni y Carlos Fayt, mientras que Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda no lo firmaron. Pero no me quiero extender en esto, puesto que si no sería un economista hablando de leyes. Lo que sí quiero señalar es que esta jurisprudencia existe al día de la fecha. Por lo tanto, si la ley fuera aprobada, no es cierto que esto vaya a terminar con la litigiosidad previsional.
El Gobierno actual está simplemente ofreciendo un acuerdo voluntario que implica una quita para el jubilado de entre el 30% al 60% del haber que surge de estos fallos. Es algo así como la quita que nosotros le hicimos a los buitres, pero en este caso, increíblemente, Cambiemos se la aplica a los jubilados.
Por lo tanto, lo más probable es que los estudios jurídicos que llevan adelante estos litigios les recomienden a sus clientes que continúen con el juicio, puesto que si se sigue aplicando la misma jurisprudencia su haber jubilatorio podría ser del más del doble de lo que ofrece esta pretendida “reparación histórica”.
El Blanqueo
Al parecer, todos los que fuimos partes del gobierno anterior no podríamos estar en contra de un blanqueo. Eso es, directamente, una ridiculez. Presidenta, voy a hacer algo que es muy demandado, pero poco practicado en estos momentos: autocrítica. Nuestro blanqueo no obtuvo los resultados que habíamos previsto. Y eso fue por falta de pericia de los funcionarios que lo diseñamos. Claramente, nosotros no éramos ni somos especialistas en blanquear, porque no éramos ni somos especialistas en negrear. Para saber cómo volver a traer dinero negro al país, hay que primero entender cómo sacarlo. Para esto el actual Gobierno tiene “el mejor equipo de los últimos 50 años”, así que es muy probable que el blanqueo actual sea mucho más “exitoso” que el nuestro. Claro que esto depende de a qué se llame “éxito”. Me explico.
El proyecto actual de blanqueo no solo permite que los familiares de los funcionarios públicos (actuales y pasados) blanqueen, sino que además pone una mordaza a cualquier periodista que piense en desatar los “Argentina-Papers”. Si esta ley se aprueba, será la garantía de impunidad de aquella parte de nuestra clase política que evadió al fisco. Esto es, directamente, inaceptable. Pero, además, hay aspectos que son aún más preocupantes.
Nuevamente: este blanqueo no obliga a ingresar el dinero al país. Ergo, su efecto sobre la economía va a ser muy bajo. Si el Gobierno quiere la famosa “lluvia de dólares”, deberían dejar de escupir para arriba: nadie en su sano juicio va a ingresar dólares a la economía argentina en un contexto de recesión, inflación que se acelera, altas tasas de interés y despidos masivos.
Si hoy sobran los dólares, es sencillamente porque faltan los pesos. Lo complejo era resolver la escasez de dólares sin sacarle los pesos del bolsillo a la gente. Haciendo esto último, resulta muy fácil desarmar falsos cepos.
Por último, el Gobierno argumenta que este blanqueo va a ser exitoso porque después de 2016 se terminan las Guaridas Fiscales en el mundo. Esto es sencillamente falso. En primer lugar, si en el mundo dejaran de existir las Guaridas Fiscales, entonces estaríamos terminando con el capitalismo. La situación actual no parece indicar que fuéramos a tener una revolución de esa magnitud.
Pero, para peor, ni EEUU ni Suiza van a participar de los intercambios de información. Esto quiere decir que esos dos países van a ser las dos únicas Guaridas Fiscales que van a persistir y que, por ende, van a concentrar la totalidad de los fondos negros del mundo.
Por último, se encuentra el tema de los intercambios de información entre jurisdicciones cooperantes. En castellano: cuando nosotros desde el Gobierno hicimos un intercambio de información para descubrir cuentas de argentinos en el exterior, nos dijeron que no había ninguna. No fue sino hasta la aparición de Falciani que pudimos saber de las 4.040 cuentas de argentinos en el exterior (instrumentadas a través del banco HSBC), cosa que nuestro intercambio de información había negado.
Por todo lo anterior Presidenta, creo que nuestro proyecto se tiene que manifestar absolutamente en contra de todo este paquete legislativo que busca, mediante la demagogia y los golpes bajos, quebrar el Sistema de Seguridad Social de nuestro país y perdonar eternamente los impuestos que pagan los sectores más privilegiados.
De lo contrario, cuando en el futuro tengamos que discutir en el Parlamento sobre cómo saneamos nuestro Sistema de Seguridad Social, cargaremos sobre nuestras espaldas con la responsabilidad de haber contribuido a su quiebra. Y por si todo ello fuera poco, con haber votado la impunidad de los escándalos del Panama-Papers y de las 4040 cuentas del HSBC.
Seria un triste y solitario final para quienes a partir del 25 de Mayo del 2003 representaron en el Congreso Argentino a un Proyecto Político y de país que se hizo cargo de Argentina “sin beneficio de inventario”, como le gusta decir a ud.
Con del default mas grande de la historia mundial y una deuda externa que representaba el 150% de nuestro PBI. Con la deuda interna de una desocupacion de dos digitos. Abuelos sin cobertura previsional y los que la tenian, con jubilaciones y pensiones de hambre en su inmensa y absoluta mayoria. Con compatriotas que hacian colas en las embajadas para irse del pais Con la impunidad, consagrada por leyes del parlamento, de los responsables de los mayores delitos de lesa humanid de nuestra historia.
Podría seguir enumerando calamidades, pero no quiero distraer su tiempo con cosas que usted conoce mejor que yo por la responsabilidad institucional que le toco desempeñar no solo como Presidenta sino, también como Legisladora Nacional.
Le mando un enorme abrazo, con el afecto, el respeto y la admiración de siempre. Emmanuel Álvarez Agis.